Los divorcios siguen aumentando
Los divorcios siguen aumentado en España. Según los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), las demandas de divorcio y de disolución matrimonial registraron un incremento del 2,8% y un 2,4%, respectivamente, en el segundo trimestre de 2014.
Si un divorcio es ya de por sí un trámite intrincado, la cosa se complica si además no hay acuerdo entre la pareja. Esto puede convertir el proceso de separación en un camino tortuoso y muy caro. Por eso conviene hacerse un presupuesto antes de meterse en faena.
Es difícil establecer lo que cuesta un divorcio, varía precisamente si se trata de un proceso de mutuo acuerdo o bien otro que implique llegar a juicio. En el primer caso, aparte de más barato (los cónyuges podrán contratar un mismo abogado y repartir gastos) y rápido, resultará emocionalmente menos traumático para ambos.
Si se llega a un contencioso, cada parte deberá pagar un abogado que defienda sus intereses y el proceso se alargará. Hay que tener en cuenta que se deberán abonar también las costas del juicio.
En el caso de un divorcio de mutuo acuerdo son necesarios los siguientes servicios por parte de un abogado: redacción y/o negociación del convenio regulador, liquidación del régimen económico matrimonial, tramitación del procedimiento judicial hasta la sentencia y habrá que pagar IVA, aranceles del procurador y tasas.
De llegar a un contencioso se requiere: tramitación del proceso hasta llegar a primera instancia, documento de las prestaciones reclamadas, liquidación de gananciales, así como IVA, aranceles del procurador y tasas.
También cabe destacar que si una de las partes quiere recurrir una vez dictada la sentencia, lógicamente esto implicará más gastos.
Con la entrada en vigor de la nueva ley de tasas judiciales, los costes de un divorcio han crecido. Si bien hay que aclarar que el ex ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón, impulsor de esta normativa, rectificó y dejó libre de tasas los divorcios de mutuo acuerdo.
Solo la petición de divorcio puede ascender a unos 300 euros, aunque la cifra puede cambiar dependiendo de dónde se lleve a cabo el proceso. A esto habría que añadir las minutas de abogados (entre 600 y 1.500 euros si hay acuerdo y entre 1.500 y 2.000 si no lo hay) y procuradores (entre 500 y 1.500 euros). Si se decide recurrir, la apelación puede costar unos 900 euros aproximadamente.