¿Qué es el phishing y cómo solucionarlo?
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La tecnología ha generado muchas oportunidades y beneficios para las personas, pero no está exenta de problemas. Uno de los más habituales, y que puede afectar a cualquier persona o empresa, es el phishing.
El phishing consiste en la suplantación de la identidad de una entidad pública o empresa reconocida (como tu entidad bancaria o Correos) para engañar a los usuarios, hacer que realicen alguna acción y apropiarse de sus datos personales y accesos. La finalidad siempre es la misma: Robar el dinero de la persona en cuestión, bien sustrayéndolo directamente de sus cuentas bancarias, o bien realizando elevadas compras a cargo de la persona.
Los ciberdelincuentes utilizan todo tipo de trucos para dar una falsa sensación de urgencia y que tomes una decisión rápida, como decirte que tu cuenta ha sido bloqueada, ofrecerte mejoras en las medidas de seguridad, o descuentos, promociones y sorteos que acaban en poco tiempo.
Ante un mensaje de este tipo, deberías desconfiar, asegurarte de que es realmente la entidad o empresa quien envía el mensaje, y sobre todo no clicar de forma impulsiva en ningún enlace, ni proporcionar ningún tipo de dato personal.
A veces, por más precavidos que seamos, puede seamos víctimas de un ciberdelito. En ese caso, lo más recomendable es:
1.
Comunícalo a tu banco para que bloqueen la operación.
2.
Modifica la contraseña de acceso a tu banca electrónica
3.
Pon una denuncia ante la Policía.
Este último paso es muy importante para que haya alguna posibilidad de recuperar tu dinero.
Si has sido víctima de una de estas estafas y tu banco te dice que has incurrido en negligencia y que no hay nada que hacer, no te lo creas.
Es posible luchar para recuperar el dinero, porque la Ley de Servicios de Pago traslada al Banco la obligación de probar:
1. Que ha implementado las medidas de seguridad necesarias
2. Que ha sido el cliente solo quien ha incurrido en negligencia grave.
Incluso puede admitirse en algunos casos que el cliente facilitó las claves a un hacker. Pero, aunque esto ocurra, el banco también puede ser responsable por negligencia, ponemos algún ejemplo, entre otros muchos:
– Autorizar una compra online por encima del límite de la tarjeta.
– No avisar por SMS al usuario de una operación.
– No avisar que se ha hecho una operación no habitual.
El Tribunal Supremo ya ha manifestado que no solo los perjudicados podrían ser responsables, sino que es la entidad financiera o banco quien también tiene que adoptar las medidas de seguridad necesarias para que el comercio electrónico sea suficientemente seguro.
Localiza y conserva estos documentos para poder reclamar ante una estafa de phishing:
– El mensaje, SMS o correo que ha servido de anzuelo para la estafa.
– La reclamación al banco y respuesta del banco, si existe.
– La denuncia ante la Policía.
– Extractos bancarios con los cargos objeto de la estafa.
– Contrato de la cuenta corriente y/o de la tarjeta.
Contacta con nosotros y te ayudaremos.