El BBVA vuelve a dar la sorpresa y se queda con Catalunya Banc

En las quinielas, el BBVA no era el candidato al que se le daban más opciones-tampoco lo fue cuando se adjudicó Unnim-, pero ayer volvió a dar la sorpresa: con una oferta de 1.187 millones de euros, resultó ser la opción del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para adjudicar Catalunya Banc, la última de las cajas nacionalizadas como consecuencia del proceso de reestructuración del sistema financiero español. El FROB vende el 66% del capital que estaba en su poder, y se incluye también el 32,4% de en poder del Fondo de Garantía de Depósitos que controla después de hacerse cargo del cambio de preferentes y subordinadas de los clientes de Catalunya Banc.

La operación, sin embargo, puede implicar la venta del 98,4% del capital, ya que no han sido cambiados aunque todos los híbridos en manos de clientes, que han presentado reclamación por vía judicial. Si es así, el precio se verá ajustado a esta proporción. El FROB se decantó por la oferta del BBVA ante las presentadas el viernes por el Banco Santander y CaixaBank. El libro de venta determinaba que en caso de que una de ellas superara las otras en 200 millones y en un 50%, adjudicaría inmediatamente. Y eso es lo que ocurrió ayer: la decisión del FROB implica que la oferta del BBVA ha sido claramente superior a la de los otros dos contendientes.

Recuperar Ayudas

En todo caso, la cifra que pagará la entidad presidida por Francisco González no le permite al Estado recuperar los cerca de 12.600 millones de euros que ha puesto para sanear la entidad resultante de la fusión de las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa. De hecho, el Estado habrá tenido que poner 11.500 millones de euros, sin contar las garantías dadas al comprador del banco por 267 millones de euros. Además, el FROB sólo recibirá 66% del dinero que paga el BBVA. No se cuentan aquí los 3.200 millones de euros ingresados ​​por la venta de la cartera de créditos hipotecarios dañados, que se realizó la semana pasada, ya que el producto de la venta va directamente a la caja, que ahora pasará a ser controlada por el BBVA.

Con la adquisición de Catalunya Banc, el BBVA se convierte en la segunda entidad financiera de Cataluña, con una cuota de mercado que se acercará al 27%. En las oficinas del banco de origen vasco (756) se añaden las de Catalunya Banc (715), así que conjuntamente suman 1.471, cerca de las 1.530 oficinas con que cuenta CaixaBank, primera entidad por cuota de mercado en Cataluña. La mayor coincidencia de oficinas de las dos entidades se produce en Barcelona, mientras que en Tarragona, Lleida y Girona el solapamiento es más bajo. Con todo, es previsible que el nuevo propietario se plantee una revisión de la red comercial de que dispondrá.
El BBVA hará frente a la compra sin necesidad de realizar una ampliación de capital, según comunicó el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Su actual ratio de capital, del 10,8%, se verá minorada en 55 puntos básicos. El banco destacó que la entidad adquirida tiene un patrimonio neto de 2.500 millones de euros y que el valor neto de los ahorros para su integración superará los 1.200 millones de euros.
Se podrá decir con la venta de Catalunya Banc que a la tercera va la vencida, ya que este es el tercer intento de vender el banco desde que está en manos del FROB. La primera vez fue en junio de 2012, justo en el momento en que se preparaba el rescate bancario. La segunda y última subasta fue suspendida en marzo del 2013, después de que tan sólo el Banco Popular presentara una oferta que ni el FROB ni el Ministerio de Economía consideraron adecuado, a pesar de que el Banco de España aconsejaba la venta de la entidad. Poco después de la suspensión de la subasta se produjo la destitución del presidente, Adolf Todó, y el consejero delegado de la entidad, Jaume Masana, que también abogaban por la venta.

Drástico ajuste

Todó fue sustituido por Carles Pla, un hombre de confianza del director de FROB, Antonio Carrascosa, que se encargó de reprivatizado Cajasur. El trabajo de Plan al frente de la entidad ha consistido en un drástico ajuste de oficinas y personal, la gestión del cambio de las participaciones preferentes y deuda subordinada y la venta de varias de las participadas de la entidad, antes de deshacerse de la cartera de créditos y finalmente de la entidad bancaria.

Fuente: El Periódico

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